Los postres son nuestra vocación, en cada expresión de agrado, en cada sonrisa de nuestros pequeños visitantes encontramos satisfacción del trabajo bien hecho.
En 500 Grados los protagonistas son Celsius y Fahrenheit. Dos hornos a leña donde la comida se encuentra con el fuego, dando como resultado platos con sabores únicos.
Nuestra faceta dulce es una historia que merece ser contada aparte. No solo de cebiches, sudados y más platos salados vive el hombre. ¡Que viva el postre! ¡Que viva el dulce!